Por encima de todo decido ver las cosas de otra manera.

Esto es lo que escuchaba en mi mente una y otra vez, entonces un curso maravilloso que estoy tomando me lo confirma.

2020 se ha llevado a una de las personas que más he amado en esta experiencia de vida, pero desde el 2019, sin saberlo, mi alma se fue moldeando para caminar este momento y aunque el proceso no fue el esperado, fue el que tenía que ser y vivo agradecida por esto.

Mi camino espiritual comienza de forma consciente en el 2019, que para los que conocen de numerología saben que es un año que es igual a 3, que entre muchas cosas significa Jesús.

Durante este año 2019 una de las personas que más he amado en este planeta fue diagnosticada con metástasis estadio 4. Es en medio de una cita con su oncólogo que entiendo lo que esto significaba y aunque traté de mantener la calma, no pude, mi humanidad se manifestó de muchas maneras.

En este proceso, estando en medio del dolor, es que logré identificar cuan débil se encontraba mi espiritualidad, el miedo me embargaba, la sensación de coraje aumentaba en mí al sentirme totalmente atada de manos. Sin embargo, la persona que estaba viviendo la tormenta en carne propia, emanaba una paz y una calma que yo no podía comprender, no podía identificar de dónde provenía ese milagro, esa fuerza para atender la vida tal y como era en ese momento.

Recuerdo como hoy, yo en un llanto profundo, de repente escuchar la voz más dulce y calmada: «Nena, tienes que buscar más de Dios, yo vivo con fe y estoy lista para lo que pase.» Mi humanidad no lograba entender, no lograba descifrar, quería sentir su calma, su paz, pero ¿cómo?

Es desde este momento que comenzaron a llegar las respuestas y me dejé guiar. En definitiva, hoy puedo asegurar que mi ser superior tenía un plan maravilloso para mi vida espiritual, me estaba esperando para mostrarme el camino a sentir calma en medio de la tormenta, ese milagro inexplicable. Es aquí, en el 2019, que comienza un camino diferente para y sin duda alguna me estaba preparando para lo siguiente.

Caminar el 2020 de la mano con esta consciencia espiritual ha hecho una gran diferencia. Un año de terremotos en mi isla, de pandemia, de tristes situaciones familiares y de momentos inesperados, irónicamente se ha convertido en un año lleno de libertad y despertar en mi vida, un año donde estoy más consciente de los mensajes, de sentir más, de escuchar más, de trascender más, de vivir más y sobre todo un año de aceptar mi sensibilidad con todas sus consecuencias.

Hace exactamente una semana, la persona responsable de este despertar en mi vida, soltó su vehículo físico y aunque ha sido humanamente doloroso, reconozco que me ha llevado de la mano por un proceso que agradezco desde lo más profundo de mi alma, y del cuál no tengo dudas ha sido una gran lección de confianza radical en el plan divino.

La intención de compartir esto contigo es para hacerte una invitación desde mi corazón, sin importar religiones o la divinidad que sientes te guía, a vivir confiando plenamente en ese plan divino que hay para ti, cada paso delinea el siguiente. Siente, camina, siente, camina, siente, camina.

Por encima de todo, deseo que puedas ver las cosas de otra manera, porque siempre es un buen día para comenzar a trabajar en nuestra espiritualidad.

Te envío un abrazo fuerte en este momento. Si de alguna manera te identificas con esto que te comparto, me encantaría leerte y conocer tu experiencia.

79500 = 3 = Jesús